Aprender a conocerse para conocer a los otros


Las técnicas de observación son un conjunto de técnicas y herramientas orientadas a evaluar un fenómeno, un individuo o un grupo de personas. Implican una manera de acercarse a la realidad del sujeto para conocerla. 


Para adquirir el conocimiento de sí, no hay otro método que la observación de sí. Para conocerme debo observarme, esta es la base de la enseñanza de Gurdjieff; la observación de sí. Por medio de nuestro trabajo vamos a enriquecer la enseñanza. Se trata de una enseñanza viva, de toma de conciencia, donde cada uno aprende a ser consciente de sí mismo, de los condicionantes y automatismos en los que vivimos.


Aprender a conocerse para conocer a los otros, aprender a estar abierto a sí mismo para estar abierto a los otros; la verdadera comprensión es del corazón, no del intelecto. 

Gurdjieff no ofrecía nunca ni soluciones ni respuestas a las preguntas, pero transmitía a su manera diversos elementos, diversas formas de trabajo que te llevan a la respuesta – ya que la respuesta no es la misma para todo el mundo-  a nuestra propia respuesta.


Las ideas y la enseñanza no son fijas, son el resultado de nuestro trabajo. 

Es necesario para todos los seres humanos desarrollar simultáneamente y hacer coexistir pacíficamente su esencia y su personalidad (el lobo y el cordero). Para poder llegar, se debe constituir en sí una tercera fuerza, una fuerza de conciliación; la ley de tres.


Tenemos  esta posibilidad en nosotros. 

Es necesario un trabajo personal para encontrarla, hacerla crecer. 

Un trabajo que no es posible sin un conocimiento real de sí mismo, ni una observación de sí mismo.


Es necesario que uno haga el recorrido de su búsqueda personal


Sólo cuando se ha constituido esta unidad, esta triada, esta armonía, es entonces que puede ser llamado un individuo: aquel que no puede estar dividido.

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